Secreto a voces.
Para muchos es bien sabido que el exrector de la UAQ anda en franca búsqueda por colocarse como el actor de Morena mejor posicionado en el estado, aunque ni él sepa para que candidatura apuntalarse en el 2024. Lo que tampoco es ninguna sorpresa para nadie, es que, con tal de lograr sus objetivos, es el golpeador número uno al interior de las filas políticas del bando guinda; tan solo basta recordar su relación con el sanjuanense, Santiago Nieto Castillo.
Al momento, pareciera que su “control” en el Consejo Estatal de Morena lo hace relajarse al interior, y aprovecha sus recursos para enfocarlos hacia el enemigo a vencer, los gobiernos panistas.
En muchas ocasiones se han señalado los intereses y la politización promovida por el Senador en más de una demanda social hacia gobierno del estado. Algunas ocasiones se evidenciaba la cercanía de liderazgos al rector o el uso de apoyos de Bienestar operados en las zonas de supuesto conflicto. Sin embargo, durante los últimos meses se ha visto como activistas de él llegan con los ciudadanos a ofrecer representación.
En pocas palabras, el Senador tiene activistas que se dedican a tratar de crear el caos en cada oportunidad que se les presenta. Son el Stan Lee de toda coyuntura social; aparecen como en cameos de todas las películas marvelianas. Parecía que todo esto, bajo el manto de lealtad y lema de “es un honor estar con el Dr.”, pero al parecer no solo ese es el motivo.
Esta forma de crear “activistas orgánicos” ya se sospechaba pero terminó por desenmascararlo un video que circula en redes sociales. La publicación, de no más de dos minutos, señala al icono gilbertista de toda movilización; un joven llamado Luis Adrián Moreno Mendoza que aparece “mágicamente” en toda inconformidad social, vaya, hasta en pleitos entre particulares como ocurrió en la colonia Jardines de Querétaro el año pasado.
También la Plataforma detalla que a pesar de que el sicario político solo cuenta con el bachillerato, ha estado despachando como “asesor legislativo” para el Senador. Fue de esos miembros balines que se convierten en bull dogs cuando es necesario. Nada se perdería con solicitar vía Transparencia los trabajos que estuvo entregando mensualmente el gatillero y experto en construcción de iniciativas de ley, como se hace de manera usual cuando se es contratado por honorarios.
Esta actitud gamberra del legislador no es nueva. Cuando contendió para la rectoría de la UAQ por primera ocasión, recurrió a más de un macabro hechizo para tratar de colocarse por encima de Marco Carillo. El resultado fue lo que ya todos conocemos: una cacería de brujas que terminó fragmentando a la comunidad universitaria, así como una nómina inflada de “investigadores (operadores)”. Fue la vuelta al oscurantismo.
¿A cuántos más tiene en nómina el Senador?, considerando no solo el legislativo, sino su bunker llamado “Secretaría del Bienestar”. Practica aquello que critica; nomás escupiendo pa’ arriba.
–Tópysy krets