VIZARRÓN. ¿Se acuerdan de una asociación denominada Vizarrón Libre que buscaba la municipalización de la delegación cadereytense que lleva el mismo nombre? Pues resulta y resalta que habitantes de la zona de Maconí ya rechazan pertenecer al proyecto de Vizarrón, y están pugnando por quedarse mejor en Cadereyta. ¿Tendrá acaso que ver con la intención que tiene Astrid Ortega, alcaldesa entrante, de municipalizar el agua? Y es que si Vizarrón se lleva a Maconí, ¿de dónde extraería el vital líquido doña Astrid para Cadereyta? Así los morenos, generando conflictos entre el mismo pueblo. A disfrutar lo votado, manos.
PORRO. Así arranca Ulises Gómez de la Rosa su encargo en la legislatura. Para aventarse porras él solito, llevó a un grupo de 50 personas de Santa Rosa Jáuregui para que le aplaudieran a la salida de su toma de protesta como legislador. Mientras eso ocurría, a las afueras del recinto había quienes no sabían porqué estaban ahí, es más, ni se animaban a gritar las consignas que normalmente usan en los bloqueos carreteros que hacen. Entre los manifestantes hubo quien dijo: la mera verdad no sé ni porqué estamos aquí. Así de plano, pero él, don Ulises, ya cobrará el 15 de octubre.
SUSTO. Luego que desde la propia casa le metieron tremendo susto, Enrique Correa Sada respira más tranquilo ante lo que resolvió la Sala Superior y, cómodamente, tomó protesta como diputado de la legislatura que arranca. Respecto del zafarrancho de la propia casa ya es asunto olvidado, pero vuelve a quedar de manifiesto que cuando se trata de grilla, aplica el ‘quítate que ahí te voy’.
¿Y ORA? Dicen los que saben que la semana pasada ya había un acuerdo para elegir a la Mesa Directiva de la legislatura estatal, pero que al parecer no le avisaron a don Toño Zapata, quien de buenas a primeras decretó un receso, marcando un hecho inédito para el poder legislativo queretano, pues inició sin cabeza y al menos hasta hoy sigue sin una representación. Trasciende que el exalcalde de Corregidora anda peleando posiciones como la de comunicación social y otros espacios, motivo por el que le metió freno al tren sin consultar, incluso, a los propios. Entre los guindas una de las más molestas con la decisión fue la joven abogada Andrea Tovar, ya se imaginarán porqué. ¿Qué tanto habrán hablado en Ángela Peralta #20, luego de la sesión en el Teatro de la República?