No es casualidad. Si algo ha dejado de lección la política es que ningún evento es casual, así como el incremento en el activismo de Gilberto Herrera. No es coincidencia que ahora se interese en todos los temas habidos y por haber, así como tampoco es coincidencia que los temas en los que aparece como salvador pertenezcan al primer distrito federal (Colón, Tequisquiapan, Pinal de Amoles, Cadereyta de Montes, y los que se acumulen). Tema que toca, tema al que le quiere sacar jugo. Sabedor de que el senado ya valió, ahora se enfoca en otra posición.
Cambios. Trasciende, se dice, se rumora que ahora sí los cambios en el gabinete se darán esta semana, al menos en la Secretaría de Gobierno del estado. El 30 de noviembre sería el último día de la Dama de Hierro, y el 1 de diciembre se presentará al nuevo titular, alguien ya conocido, o bien, de alguien de su grupo. Es lo que hay en radiopasillo. Hasta aquí mi reporte, Joaquín.
USEBEQ. Y siguen los cambios. Con la llegada de Irene Quintanar a la USEBEQ fue removido de su cargo Marco Carrillo, quien fuera mano derecha de Raúl Iturralde y director de Planeación de esta Unidad. La duda que sigue en el aire es si la exdirectora de la Escuela Normal sí incorporará a cierto perfil altamente cuestionado; se trata de Cristian Pérez Ramírez, alias el Chaparro. ¿Si sabrán que le está operando a Santiago Nieto Castillo? Este es de esos personajes que no dan paso sin huarache, ya mucho ruido causó cuando estuvo en USEBEQ hace algunos años con Jaime Escobedo, pues se rumoraban cobros dobles del entonces secretario técnico. ¡Cuidado ahí!
Operadores de humo. Y hablando de Santiago Nieto, trasciende que el “Zar” antilavado se agarró de operador a un joven director de conocido periódico local; se trata de un diario más o menos reciente en Querétaro y que finca su fortaleza en una horda de troles twitteros. ¿Será?
¿Baños o muladar? Los baños del estacionamiento subterráneo de la Plaza Constitución, en el corazón de la ciudad, requieren urgentemente una visita de la Dirección contra Riesgos Sanitarios. A parte de tener una ventilación prácticamente nula, el sitio huele peor o casi igual a que cuando uno pasa por el tiradero de Mompaní. Están desaseados y las trapeadas que le dan no quitan ni la primera capa de mugre. Ya ni hablar del elevador para personas con discapacidad, que no funciona desde hace lustros; es decir, cero incluyente. Creen que con sus espacios pintados de azul es suficiente, pero no, señores. ¿Alguien les podrá jalar las orejas? Qué vergüenza con las visitas.
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