Indigencia. Hace algunas semanas tocamos el tema y cuestionamos que a quién le tocaba el asunto. El punto es mera y llanamente voluntad política para atender el rubro, nada más. La Alianza por el Centro Histórico denunció el problema con oportunidad y nada se hizo. ¿Las familias no pueden sostener el tratamiento psiquiátrico y prefieren dejar ir a sus familiares a la calle como si fueran animales abandonados? Y no basta con un operativo de Protección Civil. ¿El asunto de Brenda Calderón era previsible y prevenible? quizá no, pero de que el Centro Histórico ya es un gran dormitorio de personas en situación de calle y con problemas mentales, es demasiado evidente. Es voluntad.
Paulina. Lo que hizo Paulina Aguado de inmediato apuntó a Francisco Domínguez, quien sin chistar dijo: a mí ni me volteen a ver. Y sí. De buena fuente podemos afirmar (todavía hoy), que el exgobernador no moverá un solo dedo en el proceso electoral (a menos que se lo pida el jefe). Lo de Paulina fue personalísimo. Dicen que en el partido la habían maltratado, cosa que terminó por medio confirmar Leonor Mejía con su “nunca fue militante”, declaración sumamente desafortunada que ratifica aquello que se menciona en voz bajita respecto a la urgencia de renovar la dirigencia. Como sea, la salida de Aguado revela también que el encargado de la “operación cicatriz” no la supo hacer y echó alcohol de más a la herida. A penas es enero.
Atascado. Ahora que se acabó la gasolina del caso Maconí, Gilberto Herrera Ruiz quiere echar a andar a los ejidos en los que tiene alguna injerencia. El 6 de enero el senador celebró en el Teatro de la República un evento por el 109 aniversario de la Ley Agraria, pero la verdad es que fue una llamarada de petate, pues había menos de 20 ejidos “con representación” en el ¿foro? de los casi 350 que hay en la entidad. En el Teatro algún ejidatario no se aguantó y aprovechó la oportunidad para denunciar a Sergio Jerónimo Sánchez, esbirro de Gilberto, por andar de invasor y extorsionador en El Marqués. Otro de los petardos de Gilberto, Isaías Limón, delegado del RAN, también salió raspado y vapuleado por los presentes, justamente porque el funcionario federal tiene parados cientos de trámites en su oficina. ¿A qué le querrá jugar el senador? Quiere irse por el lado de la “represión”, pero el ejido es un terreno bien espinoso en el que puede salir ponchado.
No son iguales, son peores. Y hablando de los “transformadores” del país, se ha hecho público un audio de zoom en el que se muestra cómo directivos de Bienestar y servidores de la nación planean, paso a paso, la marcha de Maconí, esa de la que se desmarcó la delegada, Rocío Peniche Vera, y que sirvió a los intereses políticos de Gilberto Herrera Ruiz. Al respecto, Peniche sentenció en octubre de 2023 que nunca se instruyó a nadie para participar en ese movimiento. Si este audio que ha salido a la luz no es suficiente para volarle la cabeza por lo menos a los involucrados, quedará acreditado que, ciertamente, estos no son iguales, son peores que los priistas del priismo más rancio.