AMLO ha dicho que planteará algunos asuntos a Biden, fuera de la agenda diplomática entre ambos mandatarios. La ignorancia de López Obrador pretende ser su “privilegio” bajo el manto del engaño.
No es platica entre “amigos”, son asuntos de Estado. Y, como si fuese lo más sencillo, López adelanta que “hará” una cumbre con los mandatarios de los EUA y Canadá.
En la semana que inicia se despejarán muchas dudas sobre los acuerdos a que puedan llegar y el cumplimiento de los compromisos de ambos gobiernos.
Después de las impertinencias de AMLO, como la de desmontar la Estatua de la Libertad, copiar sus programas sociales para imponerlos a los centroamericanos o la de abrir las puertas a millones de migrantes que buscan seguridad y empleo en los Estados Unidos, estaremos en posibilidad de saber los acuerdos y su implementación.
A Joe Biden le importa sobremanera la inseguridad que se vive en México y trasciende la frontera a territorio norteamericano: tema de seguridad nacional; así como el cogobierno de la 4T en territorio mexicanos con los carteles que han diversificado sus acciones delictivas. Obvio, la conservación del medio ambiente para evitar energías contaminantes, la generación de empleos, el respeto a los contratos de generación de energía limpia, las persecuciones políticas, los derechos humanos, la migración, entre otros temas de trascendencia para ambas naciones. No habrá temas a tratar de la “agenda mañanera”.
Mientras tanto, los mexicanos son entretenidos con el cambio de horario, según el presidente López, son más los daños a la salud, que los beneficios económicos. Claro, nunca presentó algún estudio científico que así lo demuestre y respalde su propuesta. Los cambios de horario se realizan en 70 países, entre ellos la Unión Europea. Al parecer, a esos millones de pobladores no les afecta a la salud, solo a los mexicanos, según la hipótesis no demostrada de López Obrador.
No cabe duda, AMLO y sus peripecias de entretención, hace hasta lo imposible por desviar la atención de los connacionales para discutir temas intrascendentes y dejar a un lado los asuntos de verdadera importancia.
Les comento. El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (celag.org) (analizan desde el 2014 los fenómenos políticos, sociales y económicos de América Latina y el Caribe) ha realizado importante análisis de la diplomacia del gobierno de Joe Biden, hacia América Latina y el Caribe. De acuerdo a la información que hicieron pública, nos demuestra que no es la importancia de AMLO la que predomina, como lo hace creer el mismo López Obrador, son los intereses diplomáticos del gobierno norteamericano.
Los investigadores de la Celag, sistematizaron una serie de datos sobre la agenda oficial de la diplomacia bilateral de Joe Biden hacia América Latina y el Caribe (ALC), considerando: i) reuniones, llamados telefónicos, declaraciones, comunicados y viajes de funcionarios de Estados Unidos (EE. UU.); ii) los temas abordados; iii) los funcionarios y funcionarias de mayor relevancia implicadas en estas tareas.
La información que dieron a conocer fue tomada de las publicaciones oficiales del Departamento de Estado (en particular, las publicaciones de la Oficina de Prensa). Por ello estiman que estos datos podrían brindar un indicio sobre el grado de conexión de EE. UU. con diferentes países de ALC en asuntos bilaterales, así como un panorama de los principales lineamientos diplomáticos hacia la región y su forma de operar por vías oficiales.
Contabilizaron 52 viajes de funcionarios del Gobierno de Biden a ALC. Los principales destinos han sido México, Costa Rica, Colombia, Honduras, Chile, Panamá, El Salvador y Haití. Sumaron viajes a Ecuador, Guatemala, Haití, Argentina, Uruguay, Brasil y Venezuela, con quienes han iniciado conversaciones en torno a eliminar sanciones a hidrocarburos, en el marco de la guerra en Ucrania.
Y AMLO queriendo engañar con desmontar la Estatua de la Libertad.
Los investigadores de la Celag, siguiendo lo que muestran los datos oficiales, podría afirmarse que el gobierno de Biden ha impulsado una diplomacia bilateral bastante dinámica en la región. Cierto, destacan el contacto asiduo y sistemático con el gobierno de AMLO por diversos temas, ojo, siendo prioridad de Biden la cuestión migratoria; tema que se repite en las relaciones con Centroamérica. Concluyeron que, la comunicación o el contacto disminuye cuando se trata de países de Suramérica, a excepción de Colombia y, últimamente, Uruguay, así como Chile, Ecuador y Argentina. Destacan el lugar otorgado a las sanciones en la política exterior con respecto a Cuba, Nicaragua y Venezuela, en el marco de la promoción de la democracia y los DDHH.
Acorde con el análisis realizado por miembros la Celag, es obvio resaltar que prevalece la agenda impuesta por Biden, así que, las ocurrencias de AMLO seguramente no prosperarán. Ello resulta natural cuando es el gobierno norteamericano quien promueve el acercamiento diplomático.
En síntesis, concluyen los investigadores, que la diplomacia de Biden es bastante activa en parte de la región, obedeciendo a objetivos planteados por la administración, como la gestión de las “migraciones, la promoción de la democracia y la lucha anticorrupción”; políticas que no son muy del agrado del autoritario de López Obrador, quien va en corriente contraria.
Tiene menor presencia en Sudamérica y, en general, carece de visibilidad, con poca proyección mediática en aquella zona de América Latina. Joe Biden no ha realizado giras por aquella región, a su vez que la vicepresidenta Kamala ha tenido presencia en México y Centroamérica. Acotaron que, sin embargo, existe una importante cantidad de funcionarios y funcionarias de diversos rangos ocupadas de las relaciones bilaterales con países de la región, marcando una suerte de presencia continua.
Bajo este análisis y perspectiva de la diplomacia norteamericana de Joe Biden, en unos días más, veremos cuáles serán los alcances del acuerdo bilateral entre México y los EUA. Nada de desmantelar la Estatua de la Libertad.
Héctor Parra Rodríguez