Vidas entrelazadas. Monreal y AMLO se mandan mensajes sin mencionar sus nombres. Una vez más el presidente López, inmiscuido en temas partidistas en funciones de primer mandatario, utilizando recursos públicos de las mañaneras para incidir en el método de selección del candidato de su movimiento a la Presidencia de la República; insiste en que el mejor método, son las encuestas.
Hace un par de días Ricardo Monreal volvió a referir que él no confía en las encuestas. Le parece más democrático las elecciones primarias. En su apoyo, entre muchos otros, el morenista Gibrán Ramírez Reyes, acremente ha criticado como acto de corrupción el método de las encuestas que propone el presidente. Incluso advierte que él fue objeto de fraude al eliminarlo de la contienda por la presidencia de Morena, por medio de una encuesta que nadie conoció, mucho menos el método utilizado. Las decisiones por medio de encuestas son el nuevo “dedazo”.
Pero el presidente insiste en sus encuestas. Luego advierte que no se utilicen los cargos públicos para hacer campaña, cuando que es el mismo AMLO quien viene haciendo campaña en favor de sus preferidos, haciendo a un lado a Ricardo Monreal; aunque después recula y advierte que cualquiera puede aspirar a la candidatura en su partido.
Mensajes que más parecen misiles entre “amigos de batallas”. Luego algunos encuestólogos le hacen el “caldo gordo” a López Obrador, al poner en último lugar a Monreal como posible prospecto a la candidatura de Morena. Es cierto que también las encuestas se pueden comprar, manipular, claro que sí.
AMLO lleva a toda clase de eventos a Claudia Sheimbaum, aun fuera de su territorio que gobierna, todo con la finalidad de “pasearla”, mediatizarla, exhibirla como la “preferida” del presidente. Eso es campaña. Ambos utilizan los cargos púbicos para hacer campaña mediática, dado que Claudia era poco conocida. Sin embargo, el presidente la exhibe por todos lados y la señora Sheimbaum, se promociona por cualquier razón en los medios de comunicación, esas acciones tienen un alto costo económico a cargo del erario, en beneficio personal. Claudia le garantiza a López la tranquilidad de no ser perseguido por la justicia una vez que termine su periodo como Presidente de la República.
Monreal ha dicho que esta vez no aceptará ningún premio de consolación, como sucediera en las elecciones de 2018; presume que AMLO le estaría ofreciendo la gubernatura de la Ciudad de México, misma a la que aspiró en aquellas elecciones. Sheimabun fue la preferida del hoy presidente, lo sigue siendo, pero esta vez para la Presidencia de la República. El senador Monreal no está dispuesto a sacrificarse de nueva cuenta, el tiempo y la edad apremian.
El resto de las “corcholatas” del presidente permanecen calladas, como en los viejos tiempos cuando militaban en el PRI, razón por la cual abandonaron el otrora “partidazo”. Se liberaron de los dedazos; AMLO cambió el método por “encuestazos”.
El engaño y la perversidad del presidente. Aquí alguna parte de su mañanera del martes: “No pasa nada, el pueblo es mucha pieza, es más que nosotros los dirigentes, se equivocan quienes piensan que yo soy muy conocido, tengo muchas simpatías y me quieren y, aunque yo haga lo que haga, puedo encapricharme y la gente me va a seguir porque soy muy importante, no. Se equivocan”.
Primero se auto alaba, para después esconder un simple “no”, al final de la perorata de auto engrandecerse, asimismo. Luego habrá que interpretar sus palabras en contrario al “no”. AMLO se siente mucha pieza, a la vez que sabe es ampliamente conocido, que tiene las simpatías de sus seguidores. Más y más mentiras.
Esta es la “guerra tempranera” a la que se ha venido refiriendo el mismo Ricardo Monreal. Por eso califica de “faccioso” al mismo presidente López, sin decir su nombre.
AMLO no las tiene todas consigo, ha dado muestras de autoritarismo en sus caprichos y la selección de candidatos de su movimiento. Mas la paciencia tiene un límite y a Ricardo Monreal, le ha colmado la paciencia. Éste último ha dicho que es muy temprano para impulsar cualquier prospecto, que primero deben “consolidad la 4T”, aunque nadie sabe a ciencia cierta qué persigue el movimiento de López Obrador. Su fin fue llegar a la Presidencia de la República. Una vez cumplido su capricho todo es incógnita y desconocimiento, el único “gurú” del movimiento de regeneración es el mismo López, por eso actúa como actúa, “como burro sin mecate”. él impone condiciones y desconoce cualquier ley que se le cruce, con tal de cumplir su sectaria y autoritaria voluntad.
Héctor Parra Rodríguez