Si alguien tiene que estar más que pendiente de todas las eventualidades que se presentan en todos los rincones del estado, es la mujer de mayor peso en el gabinete: Guadalupe Murguía Gutiérrez.
La expresidenta de la cámara de diputados federal le atora a todo, sea de su ámbito o no, pues el tema de la estabilidad política y social no es cosa menor; no se puede dejar al azar. Y ayer miércoles no fue la excepción.
La Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos, más conocida como Conatram (hasta parece sindicato de 1970), hizo una protesta nacional porque en la 4T se les durmió el gallo con la publicación de un reglamento que mete en cintura a los grulleros (ya ven que casi no son gandallas). La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte -antes SCT- es la instancia a la que le corresponde la chamba, por eso la manifestación a las afueras del Centro SICT de Querétaro. Y para ser más intimidantes, los transportistas también se apostaron en la zona del Papanoa, sitio típico para que los miembros de este gremio generen dolores de cabeza.
Y aunque era un tema federal y en vías municipales, no se puede dejar nada al azar. Así que personal de la Segob acampó con fogata y todo afuera de la SICT y del Papanoa; no se fuera a tostar esa carne. Y en efecto: no fue así. La presencia de la Secretaría y el contacto para medir el ánimo de los grupos, permitió tener los radares al 100% por aquello de que a los transportistas se les fuera sin querer medio camión sobre la 57, ¿vedá?
Tras un par de horas, el canal entre unos y otros estaba puesto, se recibió el documento con la petición del reglamento, y tan tan, todos pa’ su casa. Aquí no pasó nada.
Con previsión, con anticipación y con una mano que nomás se sienta pero que no se vea es como actúa Murguía.
¿Siguen teniendo dudas?