AMLO empuja y los legisladores federales, en este caso los senadores, caen como fichas de dominó. Lo advertimos en la anterior Columna, no pasará en estos últimos días la creación de la nueva ley que regule la revocación de mandato. Pero las comisiones unidas en el senado presurosos se aprestaron para aprobar los deseos de quien quiere estar en una “boleta electoral” el año próximo.
Han presumido lo aprobado en el dictamen. No le alcanzan los votos a Morena en la Comisión Permanente para aprobar el desahogo del último periodo extraordinario de la LXIV Legislatura Federal, la cual concluye sus tres años constitucionales este mes de agosto, mes en el cual los diputados electos elegirán a los miembros de su nueva mesa directiva.
Ricardo Monreal Ávila, sin embargo “puja” para probar a López, que hizo hasta lo imposible para que los senadores accedieran a su capricho: crear su “juguete democrático” para que entretenerse el año próximo. Año en el que también se renovarán varias gubernaturas.
Damián Zepeda, coordinador de los senadores del PAN, presume que su bancada aprobó lo que ya existe en la Constitución. Trata de tomar el pelo. Nada novedoso que pueda destacarse. En sus redes sociales envía mensaje, se desgarra las vestiduras. No habló absolutamente nada de actos prohibitivos a López Obrador, evitar meterse en el proceso a cargo del INE, sin que sufra por actos fraudulentos, fuertes y verdaderas sanciones, hasta su destitución, no por medio de la revocación de mandato, no: por delincuente. AMLO repetirá la sucia conducta que adoptó en el proceso de la consulta popular.
Ricardo Monreal Ávila, no le “toca ni una coma”, no quiere meter en problemas a su “jefe máximo”. Simple tramitología que ya se consigna en la Constitución ¿Y las sanciones para AMLO? ¡Ninguna! No logró los consensos con la oposición.
Quien sí se fue a fondo, es el enemigo a vencer, el remanente del PRD, representado por Miguel Ángel Mancera. Este senador sí se atrevió a proponer un catálogo de penas a López Obrador, si se atreve a introducir sus sucias manos durante el proceso de revocación de mandato.
Las votaciones de los senadores para aprobar el dictamen, totalmente divididas; otros se abstuvieron. No pasará en lo que resta del periodo ¿Cuál es la prisa? Ninguna.
Nada urgente. AMLO quiere su nueva figura de entretención “democrática”, para hacer campaña, únicamente vive para eso, no sabe hacer otra cosa. López Obrador, no podrá presumir la figura de la revocación en su Tercer Informe del Estado General que Guarda su Administración, el próximo 1º de septiembre. Se siente dueño y fundador de la democracia en México. Antes no existía hasta su llegada, según su torpe mentalidad.
Una vez instalada la LXV Legislatura, Morena y aliados podrán hacer de las suyas. Tienen los votos necesarios para darle la forma que ellos quieran a la ley que reglamente el artículo 35 en tratándose de la revocación de mandato.
Quieren “amarrar” las manos al INE y al TEPJF, para que no echen a perder la fiesta democrática del presidente de la República. Según López, todos son corruptos y proclives al conservadurismo, ellos tendrán la única autoridad para la tramitología del proceso, atento a la Constitución. En este caso, Morena y aliados tienen amarradas las “pezuñas”, están imposibilitados para torcer la Constitución.
A lo sumo, eso sí, abrirán las puertas para que AMLO, pueda hundirse en el “lodo de su democracia”. Más no habrá mayores sancione para él en caso de ensuciar el proceso y despotricar en contra de los organizadores, a quienes descalifica sistemáticamente. A lo sumo, 13 días para que fenezca el periodo de la actual Legislatura ¿Cuál es la prisa?
Héctor Parra Rodríguez
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