La refinería que no refina, inaugurada el 1 de julio pasado, necesita varios miles de millones de dólares más para su terminación. PEMEX, Hacienda y la Secretaría de Energía de Rocío Nahle, no se ponen de acuerdo, no informan con seriedad y claridad.
El costo de la obra fue subiendo sin las autorizaciones correspondientes. Simple y llanamente a la responsable del proyecto, Rocío Nahle García, no les salen las cuentas del proyecto. Todo indica que fue un engaño, bañado de corrupción y despilfarros. No se puede entender de otra manera, si el costo se incrementa en miles de millones de dólares más.
La obra presupuestada en el 2019 fue de 8 mil, 900 millones de dólares; al mes de junio pasado llevaba gastados 10 mil, 200 millones de dólares y no le ven fin a la obra. Los mil 300 millones de dólares de diferencia en el gasto, no fue aprobado, pero sí pagado ¿De dónde tanto dinero? Por ello el Consejo de Administración solicitó nueva ampliación por otros varios miles de millones de dólares más para continuar con los trabajos de la obra inaugurada simbólicamente. Los engaños de la mediatización de AMLO, política pública.
De momento para nada sirve la refinería de Dos Bocas, al igual que el AIFA. Lo que sí es cierto, la obra parece pozo petrolero al que solo se le extrae dinero y, ante la incertidumbre por la pésima planeación y presupuestación, no terminan con la extracción. El costo de obra seguirá incrementándose.
Vamos, ni los miembros del Consejo de Administración de PEMEX se ponen de acuerdo en los gastos; en votación mayoritaria, pero no unánime, decidieron pedir al gobierno federal otros 5 mil, 618 millones de dólares más. En la inteligencia que seguirán solicitando conforme avance la obra inaugurada y no terminada.
Los pretextos sobran, sea por el alza de los costos en todo, así justifican su torpeza ¿Eso no lo calcularon? ¿Es plan con maña? Lo que importa al gobierno de la 4T, es la espectacularidad de los anuncios mediáticos.
Otra Secretaria de Estado que quiere ser gobernadora, en su caso a Rocío le acomodaron la Constitución del Estado de Veracruz, para que aspire legalmente a la candidatura.
Los incrementos en el costo de la obra de la refinería que no refina ¿Será dinero para la futura campaña de Nahle al igual que lo hizo Delfina Gómez? Parece ser el método de financiamiento de los morenistas, meter mano en los recursos públicos e incrementar el costo de las obras ante la total opacidad en la rendición de cuentas. Lo mismo sucede con la obra del Tren Maya ¿Coincidencias en las ineptitudes o franca corrupción?
La ampliación del presupuesto, argumentaron los irresponsables, va para obras no contempladas en el proyecto de Nahle, así como para el “arranque de unidades” y, por supuesto el incremento en los precios de los materiales que nunca imaginaron. Un fracaso perfecto.
Pero, el gobierno de AMLO sí tuvo dinero para destruir dolosamente todas las obras millonarias realizadas en lo que sería un aeropuerto del primer mundo. Las obras del aeropuerto de Texcoco hoy son ruinas, destruidas mañosamente como si se tratase de una “guerra” fratricida.
Sumado a los más de 100 mil millones de pesos que el gobierno debe pagar por daños y perjuicios. La Auditoría Superior de la Federación había calculado un daño superior a pagar a los 300 mil millones de pesos; pero, ante las amenazas de AMLO, tuvieron que bajar el monto de los daños y perjuicios. Las finanzas públicas todo aguantan.
AMLO sigue en la ruta de la popularidad, ese es u único objetivo. Esta semana presumió su popularidad en la conferencia mañanera. La banalidad lo hace feliz, aunque sea un pésimo gobernante.
Héctor Parra Rodríguez