Nada mejorará en el gobierno de AMLO, en el año que inicia. No existen indicios que nos lleven a pensar que la voluntad del presidente López, vaya a cambiar. No soy pesimista, pretendo ser objetivo y veraz.
De inmediato, a partir de este día todos los servicios que prestan los gobierno aumentan en automático; las gasolinas al alza, la energía eléctrica al alza; el gal LP más caro; y así impuestos estatales y municipales como el pago de predial, licencias para los giros comerciales, etcétera. Los buenos deseos quedan en eso, en simples deseos por parte del presidente de la República, a pesar que de él depende, en gran medida, que las cosas cambien para mejorar, no para empeorar como hasta hoy ha sido. Mas el presidente no está dispuesto a que las cosas mejoren para los mexicanos.
Veamos que dijo López Obrador en su mensaje de año nuevo: “Este año nos ha ido mejor y el que viene estoy seguro que va a ser mejor, tengo mucha fe en el porvenir y le deseo a todos los mexicanos de corazón de manera sincera, que nos vaya bien, que no haya sufrimientos, mucha alegría, mucha felicidad y no olvidar que sólo siendo buenos podemos ser felices”. Literalmente son blasfemias venidas de la boca de AMLO, ahora que algunos como el sacerdote Solalinde le ha visto signos de santidad.
¿Siendo buenos seremos felices? Bajo esa tesis, el mismo López debe ser muy infeliz. Ha sido el presidente más malo de los últimos tiempos, mentiroso. Solo tres ejemplos de su nefasto gobierno: más de 100 mil asesinatos causa de no combatir la delincuencia con la fuerza que le concede la ley, ha preferido consentir a los delincuentes, a otros los ha dejado en libertad; y, segundo, más de medio millón de fallecidos por no haber dado la importancia que requería y sigue requiriendo la pandemia de Covid-19, el presidente menospreció al virus e hizo creer que no era peligroso, que todos salieran a las calles, se abrazaran (reproducir, multiplicar velozmente la enfermedad: eso fue criminal), el colmo, después destruyó la economía ordenando cerrar todas las empresas, menos la cementera y la acerera, debían seguir produciendo para sus obras, el resto que quebrara, millones de empleos perdidos.
El mensaje de bondad de quien practica la austeridad fue dado desde el lugar en donde vive: Un Palacio. Viviendo como reyezuelo en pleno Silo XXI, mientras su fábrica de pobres sigue produciendo más y más pobres ¿Eso es ser bueno? Solo sus hijos se han enriquecido. AMLO es malo por naturaleza.
Luego vendría la comparsa, su esposa también lanzó su mensaje de año nuevo a los mexicanos; dijo: “Hay un año nuevo y podemos hacer un nuevo propósito o nuevos propósitos de que nos salgan mejor las cosas, confiar, confiar en nuestra persona, en nuestra familia, en nuestra sociedad, en nuestra comunidad, en nuestra nación”. La señora dando “catedra de confianza” como si ella no existiera entre los mexicanos, entre las familias ¡Por favor! Con ellos y por ellos se ha perdido la confianza,
¿Nuevos propósitos? ¿Cuáles? El gobierno de la 4T ahuyenta las inversiones, cierran empresas, no hay empleos, la inflación se come los ingresos ¿Qué salgan mejor las cosas? ¿Cómo si el gobierno es quien impide que mejoren la situación de los mexicanos?
Así concluimos e iniciamos un nuevo año. El cuarto año de terror. El presidente lucha denodadamente por seguir dividiendo a los mexicanos, ensanchar la brecha (ya es autopista) entre ricos y pobres, incrementa el odio entre clases sociales ¿Cómo ser felices si destruyó el sistema de salud? Derecho humano consagrado en la Constitución. No hay medicamentos, no hay servicios gratuitos de salud para los más necesitados. En 3 años acabó con el mejor sistema de vacunación del mundo. Las excusas son muchas, incluso ha evidenciado al Secretario de Salud. Pero ¿Quién es el responsable del gobierno? El causante de todos los males es el presidente Andrés López, él es el responsable de la administración pública, nadie más ¿Se puede ser feliz en medio de la tragedia?
Por diversas razones mucha de de gente cercana y que trabajó con López, prefirió “tirar la toalla” y dejar la función pública. A otros los traicionó y los despidió. El gabinete del López ha sido un desastre, más con su filosofía de contratación: los emplea con un 10% de conocimiento y 90% de honestidad, según su dicho. Y vaya que muchos han probado ser corruptos con nivel de doctorado.
De ahí mi objetividad, no es pesimismo. Las cosas como son. Las promesas se las lleva el viento y López ya se acostumbró a ello. Basta referir que el mismo presidente aseguró que ya había cumplido casi el 100% de sus promesas ¿Cuáles? Y ¿Si ya cumplió? Nada tiene que hacer al frente del Poder Ejecutivo, ya se puede ir y no esperar al resultado de la sucia consulta de la revocación de mandato.
López Obrador no es bueno, ha probado ser malvado y ha perjudicado a la nación entera.
De cada uno de nosotros depende el futuro, no de los buenos deseos de la “pareja presidencial”.
Para qué sirve enviar mensajes frívolos y exhortar a que seamos buenos ¿Acaso no lo somos? Él, él es el malo junto con muchos de su gabinete.
Así pues, a seguir trabajando para que México no se hunda, para mantener a López y a sus seguidores, a los dependientes de becas económicas, dinero que sale de nuestros impuestos ¡Y, a prepararse para la cuesta de enero!
Héctor Parra Rodríguez