El proceso revocatorio cuyo espíritu descansa en el poder democrático del elector para remover a los malos gobernantes, terminó bajo el control del Estado: AMLO.
El presidente de la República, infacultado para promover su propia revocación de mandato, es quien ha impulsado desde la cúpula del poder presidencial, el proceso de “revocación”.
Las autoridades federales también se han sumado a la campaña de “revocación de mandato” en contra de su jefe o patrón ¿Los empleados solicitan que AMLO deje el poder presidencial? ¡Todo un drama novelesco!
Los gobernadores de Morena, todos aliados del presidente de la República, también se suman para que López Obrador, deje el poder en este mismo mes ¿Creíble la celada democrática?
En un proceso lógico del raciocinio político es impensable que todos los aliados del presidente pidan que se le “revoque el mandato”. El engaño a la vista.
No cabe duda que en el fondo de la promoción del proceso “revocatorio”, subsiste una dañada intención y persigue varios objetivos perversos.
Uno, descalificar al árbitro electoral y al Tribunal electoral ¿Para qué? AMLO pretende quedarse con el control de ambos organismos autónomos. Adelantó la intención de la reforma constitucional para destruir dichas instituciones, crear otras que sean conducidas por personal de su confianza; como lo ha hecho en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así controla los asuntos de mayor envergadura.
Dos, la pretensión de AMLO se dirige a reforzar su alicaída popularidad. Los gobernadores de Morena se enfrascarán en una competencia de movilización para “acarrear electores” a las mesas directivas de casilla, para que, en lugar de votar por la “revocación”, decidan por la “ratificación” que le fue aprobada por el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldivar Lelo, otro zalamero y sumiso ministro subordinado a los deseos del presidente López.
La oposición creó una figura “democrática” usada por los gobernantes que han abusado de ella para lograr la permanencia en el poder. Los ejemplos se dan en países cuya democracia no pudo madurar. Cierto, en algunos estados de la unión americana existe la figura de la revocación, pero es utilizada con responsabilidad, contrario a los abusos que han cometido en países sudamericanos.
Tres, AMLO y Morena, quieren probar su fuerza electoral por medio de la movilización, en caso de fallas, encontrar las causas y corregirlas. El instrumento de democracia directa o participativa, apoyado por la oposición es usado en contra. Se entregaron, luego la SCNJ terminó por perfeccionar el fraude ratificando la figura de la “ratificación” que no existe en la Constitución.
Cuarto, Morena ha podido probar que puede violar la ley electoral impunemente, ha promocionado en toda la república la “ratificación de mandato”, gastando millones de pesos sin consecuencias. El gobierno federal tiene el control absoluto de las instituciones persecutoras de los delitos.
Quinto. Desde el mismo epicentro desde donde se toman las decisiones legales en materia electoral, han denunciado los abusos, los atropellos a la ley, sin que exista consecuencia alguna.
AMLO y sus aliados han acusado al INE y al TEPJF, de fraudulentos. Obligaron a la autoridad a realizar un proceso multimillonarios sin autorizar un peso para ello, primera trampa. Si falla el “jolgorio de AMLO, acusará a las autoridades electorales. Resultado “cantado”.
El procedimiento viciado da pauta a la nulidad plena. Un sucio manoseo desde el nacimiento mismo del “proceso revocatorio”; 18 mil murtos firmaron el apoyo al proceso; delincuentes privados de sus derechos políticos también firmaron la solicitud; falsificaron cientos de firmas de empadronados que nunca apoyaron la solicitud de revocación ¿Quién cometió los delitos electorales? La asociación “Que Siga la Democracia”, filial de Morena. Contrataron publicidad que resultó ser donación millonaria.
Sexto, militares violando sus propias normas internas, entrometidos y metidos en el apoyo al proceso de “revocación” ¿Por qué faltar a la disciplina militar? Seguramente como consecuencia del poder que les ha otorgado fuera de la ley el mismo AMLO ¿Más promesas en camino? Es muy probable. Por lo pronto el gobierno de la 4T ha bañado a los altos mandos de miles de millones de pesos so pretexto de realizar toda clase de actividades ajenas a su función de brindar seguridad a la Nación.
Por lo que ve al proceso de especulación para determinar qué persigue AMLO y Morena, son muchas las hipótesis. Seguramente son experimentos de laboratorio electoral y legal, bajo el manto protector de la SCJN, que avala toda clase de abusos, pretenderán extender y fortalecer los abusos de poder, en perjuicio de los mexicanos, aún de aquellos ignorantes que respaldan las sucias jugadas desde la misma presidencia de la República, por eso el “proceso revocatorio” es un acto abusivo de Estado, transformado en “ratificación.
¿Votar o no votar el 10 de abril? Con el cúmulo de pruebas de del delito de fraude, abuso de autoridad y otros cometidos desde el mismo poder político, la conclusión es simple: ¡No!
Héctor Parra Rodríguez