Ahora que AMLO dio el banderazo de salida para buscar la candidatura de Morena a la presidencia, Ricardo se siente en desventaja “mediática” frente a la consentida del presidente de la República; así que, el coordinador de la bancada morenista en el Senado, se va solo y batea todas las bolas que le lanzan, aunque abanique muchas de ellas. No teme ser “ponchado”.
Ahora que las y los ministros resolvieron la inconstitucionalidad de la norma transitoria que lanzaron por simple ocurrencia en contra de la Constitución, pretendiendo prolongar el periodo del presidente de la SCJN, en perjuicio de la Carta Magna, enfureció tanto el señor Monreal, que se ha dedicado a criticar y desacreditar a los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Curiosamente después del fallo, afirmó que detectó 40 excesos de las y los ministros, que los hace formar parte de una “casta inconsecuente”.
Quien viene viviendo dentro de la “casta política”, por muchos años, desde que era priista, luego perredista y ahora morenista, se queja de la “casta inconsecuente de los ministros”. Y todo por haberlo llamado o calificado de antidemocrático por aprobar un artículo que lastimaba a la Constitución. Crítica jurídica que enfureció a Monreal.
Así como los legisladores no pueden ser molestados por autoridad alguna cuando están en uso de sus atribuciones; tampoco los ministros pueden ser molestados cuando ejercen la función jurisdiccional, por eso llaman a cuidar la independencia del Poder Judicial, hay pillos como Monreal, que quisieran imponer su criterio “personal” a las normas jurídicas y no acepta que le llamen antidemocrático.
El senador Monreal se desquita mediáticamente y descalifica a los ministros. Resulta que “les encontró 40 excesos”, por eso los califica como una “casta inconsecuente”. Claro, el senador no dijo cuáles son esos excesos, seguramente él goza de muchos más como coordinador de la bancada morenista, por presidir comisiones, por recibir prerrogativas, salario, viáticos, personal d apoyo, asesores, etcétera. Vaya que el sentido senador, aunque va a todas, “abanica muchas pelotas”.
Seguramente le preocupa que Sheimbaum le lleve dos pasos adelante y sea la socia o, mejor dicho, consentida de López Obrador, por eso Monreal “batea cualquier bola”.
El sábado pasado el General Secretario de la Defensa Nacional, en la conmemoración de los 111 años de la gesta revolucionaria, lanzó un discurso preñado de ideas políticas, alocución por medio de la cual exhortó a la población a sumarse al proyecto de la 4T ¿Eso no es intromisión en política? ¡Por supuesto que sí!
La clase política, columnistas, críticos y la sociedad bien informada, manifestaros su preocupación e inconformidad. El PAN, por medio de la senadora Kenia López, vice coordinadora de la bancada, adelantó que presentará denuncia por violación a las normas castrenses. “México en peligro por la clara intromisión de las Fuerzas Armadas en política”.
Una vez más, el entrometido de Ricardo Monreal Ávila, pretendió “atajar la bola”, defendiendo al General. Con el trivial argumento de no “tergiversar” el discurso del Secretario de la Defensa nacional, va por la confianza del General. “Otra bola que abanica”.
Parece ser que el coordinador de los senadores morenistas no le importa perder credibilidad ¡Por supuesto que el fondo del discurso del General, fue de naturaleza política! No valió la pretendida defensa del aspirante a presidente de la República.
Se seguir por el mismo camino, Ricardo Monreal seguramente “será ponchado” por sus mismos compañeros de partido. Mientras que Sheimbaum, en entrevista pagada, aparece vestida elegantemente en un periódico español. Los competidores en bandos extremos, aunque hace algunos días de hayan dado la mano.
Dos equivocaciones garrafales en menos de una semana a cargo de Ricardo Monreal. Lo suyo, lo suyo son las “rabietas”. Otro AMLO en plena acción. Por eso chocan, les gana el protagonismo, no importa si cometen errores, ellos saben que están en el juego sucio de la política de la 4T, en la que todo se vale, no hay reglas escritas, solo señales que les manda López Obrador, preparando el terreno para dejar en su lugar a su sucesora.
Héctor Parra Rodríguez