La Secretaria de Energía, Rocío Nahle, ha sido literalmente “bombardeada” por los entrevistadores y no faltan los de mala fe, respecto de la reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. No ha cuadrado la iniciativa de Decreto con las declaraciones de Nahle, a grado tal que sustenta la reforma en el “bien común”, frase ideológica del PAN.
La Secretaria es una tecnócrata de Petróleos Mexicanos, no muy buena, por cierto, pero carece del conocimiento jurídico y de Derecho Constitucional. Así que, la información sobre la intentona de la reforma es cada vez más confusa. No hay coherencia entre lo que se dice o se pretende, con lo que se plasma en la iniciativa de Decreto. Mientras a los expertos se les ignora.
El fondo del asunto está en rescatar el control del “monopolio”, en el manejo de la energía eléctrica. Si bien la iniciativa no habla de monopolio, en la práctica sí lo es. Además de violentar una serie de derechos adquiridos por los inversionistas que supera los 5 mil millones de dólares en los primeros años desde la reforma peñanietista; inversiones que fueron disminuyendo con la llegada de AMLO a la presidencia y no les faltó razón, ahora pretenden el “monopolio” y la “expropiación” por medio del cambio de reglas en el juego. Se acaba el incentivo de la libre competencia en la generación de la energía eléctrica, la pretensión, que la CFE regrese al monopolio de la industria eléctrica.
Por otro lado, técnicamente hay un lamentable retroceso en el impulso en la generación de las energías limpias, mientras que AMLO va por el fortalecimiento de la energía contaminante con el uso de combustibles fósiles en la producción de la energía, sin descartar que continúa aprovechando la generación de la energía eléctrica por medio de las presas construidas por los gobiernos neoliberales, denominadas hidroeléctricas: generación limpia. AMLO no programó en su sexenio la construcción de ninguna presa, prefiere entretener y gastar el presupuesto en otros “insumos” de menor relevancia para los mexicanos, como obsequiar dinero sin nada a cambio, excepto la manipulación política de los beneficiarios.
Luego, el fondo del problema no solo es político, también es ambiental, legal y de control en la generación, distribución y venta de la energía eléctrica. AMLO, sin embargo. se fue en su iniciativa con la explotación del litio, por eso aumenta más la confusión en el contenido de la reforma; distractor del meollo del asunto. Sin olvidar la pésima redacción de la iniciativa que lleva a verdaderas confusiones. Incluso atenta en contra del Pacto de Paris, que obliga a generar energías limpias; López va por el combustóleo y el carbón, altos contaminantes por su uso indiscriminado por el Estado Mexicano, cuyo gobierno se obligó a reducir los contaminantes lanzados a la atmósfera.
De un “plumazo” la iniciativa de Decreto termina con los contratos y las inversiones multimillonarias de empresarios locales y extranjeros, con el agravante de no mencionar absolutamente nada en el proyecto sobre las indemnizaciones que debe el gobierno de realizar, resarcir los daños a los inversionistas. Nahle simplemente los critica y López no los baja de corruptos. De todo lo cual, por supuesto, la Secretaria de Energía no sabe absolutamente nada. Prefiere hablar del “bien común”. Seguramente para convencer a los legisladores panistas que de tontos no tienen nada.
Si bien la iniciativa no pretende el “monopolio” sobre la generación de la energía eléctrica, en los hechos sí lo es. Además de quedarse con el 54% de la participación, las reglas, todas, son en su favor. La CFE se queda como único regulador, crea e impone las reglas, para colmo, las aplica ¿monopolio disfrazado?
Por lo pronto, una vez más, con el tema de la reforma energética, AMLO ha logrado distraer a la nación entera de los verdaderos problemas que aquejan a los mexicanos. Él continuará aprovechándose de los recursos del presupuesto público. La oposición intenta combatir todos los frentes de distracción que abre el presidente de la República para entretenerlos.
En el campo del entretenimiento AMLO sigue ganando. Las distintas voces calificadas en los álgidos temas, son opacadas con la alaraca que genera a diario en las mañaneras. Bueno, hasta el tema del protegido política y penalmente de Emilio Lozoya, genera la polémica para desviar la atención de los miles y miles de asesinatos, de la falta de medicamentos, de la inexistencia de insumos hospitalarios, de la pandemia, de los juicios de amparo que no respeta, de los ataques a los órganos electorales, de la falacia de la revocación de mandato, de la asignación de los recursos públicos, de la falta de inversión, de la escasa generación de empleos, etcétera. El bufón de Palacio Nacional, sigue ganando la atención con su elenco circense, mientras el país se hunde en la desesperanza.
Héctor Parra Rodríguez
Twitter: @HectorParraRgz