Dada la incontinencia verbal del presidente López Obrador, siempre encuentra a quien criticar y con quién debatir. Claro, él es el bueno y el resto son los malos.
Sin mencionar el nombre de la senadora Lilly Tellez, quien llegó al Senado de la República bajo la membresía de Morena, de la nada fue criticada por AMLO por haber abandonado las filas de la 4T; sobre todo después de haber transcurrido varios meses cuando la senadora decidió abandonar la bancada de Morena ¿Pero, qué necesidad? Sin sentido la distracción de sus mañaneras.
En una de tantas mañaneras AMLO dijo: “Hay políticos, mujeres, hombres, que nosotros les dimos la oportunidad; yo soy responsable, soy culpable porque los invitamos a participar y sin nada, sin haberles hecho nada traicionaron al movimiento. Eso no pasa con la gente humilde, con la gente pobre” ¿Será por eso que el número de pobres en su sexenio aumentó 5 millones más? Ama tanto a los pobres que los reproduce como conejos.
Y siguió la diarrea verbal de López: “Yo a veces digo, y esta señora que me quiere meter a la cárcel, qué le hice, si lo único que hice, cometí a lo mejor el error de invitarla, pero en qué la dañé. ¡No, en nada! Es un pensamiento conservador, también lo entiendo, pero eso es lo que está sucediendo”.
Don picapleitos no tardó en esperar la respuesta de la senadora Lilly Téllez, quien dio la razón al presidente Manuel López Obrador, al reconocer que aquel cometió el error con ella; pero, pero justificó con creces el “error”, al responderle al presidente: “creyó que iba a ser cómplice y servil a cambio de la cercanía con su poder”.
Lo mismo hizo Germán Martínez Cázares, quien llegó al senado del brazo de Morena, hoy legislador independiente, precisamente por las mismas razones que argumentó Lilly Tellez, causas que lo obligaron a abandonar la bancada de Morena en el Senado. AMLO y su movimiento traicionaron las promesas de campaña, razones que hicieron pensar a millones de mexicanos que iban a cambiar al país para mejorar. Craso error, hoy estamos peor que con cualquier gobierno anterior. Basta mencionar la institucionalización de la corrupción desde la misma presidencia de la República.
La senadora también comentó en la red de Twitter: “No estaba en mis planes entrar a la política, si yo fuera presidente no hay nada que me gustaría más que meter a prisión a López Obrador, a su gabinete y a otras personas. Pero yo lo veo, y no como un acto de venganza, sino como un elemental, fundamental y ya muy necesario acto de justicia”. “A mí me gustaría verlo, a López Obrador, como el primer presidente de México tras las rejas, en la celda, con una sentencia clara y ni qué decir de varios personajes de su gabinete”.
La idea de la legisladora, agregada a la bancada del PAN, es apoyada por millones de mexicanos. AMLO y su gabinete han cometido infinidad de delitos, desde los leves a los graves como haber ordenado dejar en libertad a Ovidio Guzmán, perseguido de la justicia norteamericana y local. Esa orden presidencial se tipifica como delito.
La muerte de 137 personas en Tlahuelilpan, Hidalgo, también por orden del presidente, de no intervenir en el momento en que robaban combustible las personas fallecidas. No hay responsables de esas muertes y no los habrá: AMLO dio la orden de dejar hacer, dejar pasar. Mientras el combustible hizo explosión calcinado a los ladrones de gasolina. Se pudo evitar la muerte de esas personas, pero el presidente dio la orden a las fuerzas armadas y de la Policía Federal, de no intervenir. La consecuencia de la “orden criminal” tuvo como resultado la muerte de 137 personas.
No cabe duda que la senadora Lilly Tellez, además de tener la razón, tiene el valor para enfrentar al mismo presidente de la República y reprocharle el por qué de su salida de la bancada de Morena: “creyó que iba a ser cómplice y servil a cambio de la cercanía con su poder”. Una vez más, pierde el picapleitos de López Obrador.
Héctor Parra Rodríguez