El Secretario de Gobernación, Adán López, cual delincuente nato, en el mitin que encabezó en el Estado de Sonora, se olvidó del cargo que ostenta y despotricó en contra de los consejeros del INE, quienes serán sustituidos, dijo, por funcionarios electos por el “pueblo”; vacío vocablo transformado en un ente difuso y confuso del que abusan los políticos populistas de la 4T ¡El pueblo! Y en su nombre cometen toda clase de tropelías.
A la vez, el delincuente de Salgado Macedonio, senador con licencia, hacía lo mismo en el Estado de México, en otro mitin. Todos a la cargada para motivar a sus seguidores y vayan a votar el domingo 10 de abril, apoyen la “ratificación” del presidente López, para que continúe en funciones. Esta vez, el sátrapa de Macedonio se “destapó”, promocionando con engaños al dirigente de su movimiento para la “reelección” presidencial. Eso es lo que quieren. Desaforados ¿Será por las altas temperaturas?
López Obrador, mientras tanto, negando que hagan uso de recursos públicos por parte de sus funcionarios, dedicados a la promoción de la campaña de “ratificación”.
Saben que no les alcanzará para cubrir la meta para que acudan a las urnas poco más de 37 millones de electores, razón que los ha obligado a violentar todas las reglas de civilidad y legalidad que norma el proceso de “revocación de mandato”, que no de “ratificación” de acuerdo a la Constitución. La perversidad del engaño y manipulación.
El gobierno federal, por instrucciones del mismo presidente de la República, han montado una campaña mediática, política y de movilización para doblegar voluntades. Las misma Claudia Sheimbaum, también promueve la “ratificación”, violentando las normas, cínicamente va a los mítines en campaña para respaldar la “ratificación”. Un engaño y trampa en todos los sentidos. El presidente de la SCJN aprobó la “ratificación” que no existe en la Constitución, otro traidor a la democracia.
Es inconcebible, el “referéndum” que debe estar en manos de los inconformes, resulta que aquellos dicentes conformes con AMLO, son los que promueven la “revocación”; pero, que continúe en el poder, cuando que el ciudadano común no promovió el proceso revocatorio.
Los contrastes de la locura. Son prácticas para medir y movilizar sus fuerzas vivas, no les alcanza con la base morenista; por eso los grupos pagados de movilizadores; los colectivos de beneficiarios de becas, apoyos económicos y pensiones movidos por Bienestar, con el ofrecimiento de incrementar las dádivas. El cohecho como delito. La prueba de subsistencia a unos días de llevarse a cabo.
La izquierda tiene por costumbre, una vez que accede al poder, lleva a cabo toda clase de mentiras, engaños, trampas para evitar que las oposiciones políticas y la ciudadanía los expulse del poder por ineptos y corruptos, a través de las urnas, sistema democrático pacífico en manos de la ciudadanía ¡Temen a las urnas!
De ahí la enorme desesperación de AMLO, suda al pensar que no le alcancen los “votos”, sin manipulación, que le permitan seguir en el poder. Sus acciones como el tren Maya, le han restado simpatías, tuvo que lanzar una campaña de mentiras.
En el supuesto, muy lejano, casi imposible de conseguir la meta de más de 37 millones de votantes, AMLO ha llegado a la desesperación al redoblar sus esfuerzos; pero, en sentido contrario, para continuar empobreciendo a los mexicanos.
En la semana que corre crucial para el futuro político de AMLO y sus huestes. Por fin el PRI se decide y adelanta el resultado de su reforma eléctrica: no la votará a favor. En comisiones de la Cámara de Diputados, Morena y aliados no alcanzaron la aprobación del dictamen. El engrudo se le hace bolas al presidente; otro factor más en contra, su aeropuerto resultó un fraude, ello empeoró las cosas. Los aviones tienen serios problemas para trabajar conjuntamente con el de la CdMx.
La desesperación. Amenaza con destruir el sistema democrático mexicano que nos ha permitido la realización de elecciones constitucionales transparentes, honestas y profesionales. Lo adelantó López Obrador, como acicate para sus seguidores, a quienes ha convencido que lo malo y corrupto de los procesos electorales, está en el INE y el TEPJF; AMLO no deja sus mentiras y trampas de toda la vida, así llegó a la cúspide del poder político.
Falsa afirmación en contra de los organismos electorales que, de ser así AMLO nunca hubiera llegado a la presidencia de la República. Tampoco sus candidatos de su partido que han logrado triunfos en los Estados y en el mismo Congreso de la Unión.
Premisa por demás falsa que no ha sido comprada por la mayoría de los mexicanos que sí piensan, razonan, investigan y obtienen conclusiones contrarias a lo que afirma el tergiversado cerebro de López Obrador.
Las instituciones democráticas que pretende destruir le permitieron el arribo legal de los pseudoizquierdistas al poder. Carece de rigor lógica la aseveración del presidente, quien no alcanzará los votos que añora para su “ratificación”. Los millones de “conservadores que se creen de moronga azul”, dijo el soez presidente, no le darán los votos que necesita para su ego personal.
Héctor Parra Rodríguez