No había quien dudara que Claudia Sheinbaum Pardo, sería la electa por López Obrador, quien se quedaría al frente de la coordinación de los comités de defensa de la transformación, paso previo a la candidatura por la Presidencia de la República. Claudia garantiza inmunidad a las trapacerías del presidente.
Solo AMLO y las incautas “corcholatas” se creyeron el juego de la democracia impuesto por el mismo director de la contienda. La faramalla para distanciarse de los otros, mas en el fondo fue ejecutado el conocido fraude de amloista de siempre, cual viejo priista de cepa.
La enorme decepción de Marcelo Ebrard Casaubón, terminó llevando al aspirante a zafarse de la conclusión de la “farsa electoral” y no presentarse a la “cantada” que estaba abiertamente destapada.
Mario Delgado fue el responsable de la lectura del guion de AMLO, habiendo repetido frases predilectas de la eterna campaña del presidente. Sin dejar de mencionar al recién concluido proceso del Frente Amplio por México, a quien no dudó en deslegitimar después del ridículo de su proceso amañado morenista.
No dejó de causar sorpresa el acomodo de las 6 “corcholatas”. Los resultados que arrojaron las encuestas: inconcebibles. El ridículo de Ricardo Monreal Ávila, se fue al último lugar, habiendo sido rebasado por 2 aspirantes no morenistas ¡Inconcebible! Con ese resultado AMLO podrá negar la candidatura que esperaba Monreal de la jefatura de gobierno de la Ciudad de México ¡Sexto y último lugar!
El morenista Ricardo Monreal, vencido por el gris verde-ecologista de Manuel Velazco. Vamos, este quedó en quinto lugar; y, para mayor vergüenza de muchos morenistas, pusieron al petista y soez de Gerardo Fernández en cuarto lugar. Dos políticos ajenos a Morena, dejaron en el camino, según la amañada encuesta, a quien se dice uno de los creadores de Morena. Vergüenza ajena. Monreal podrá regresar a cobrar al Senado, ya no será coordinador de la bancada, mucho menos candidato al gobierno de la CDMX.
El ex gobernador de Tabasco y ex Secretario de Gobernación, cándido y ferviente creyente del proceso de las encuestas, quien invirtió millones de pesos en publicidad, acarreos y ayudantía, terminó frustrado de su encuesta fraudulenta, lo arrojó al vergonzoso tercer lugar.
Doble jugada del maquiavélico de AMLO. Impuso a su candidata y se deshizo de los aspirantes ambiciosos, vulgares e incomodos políticamente.
A Marcelo Ebrard no lo calienta ni el sol. Él sí tenía muchas probabilidades de ganar, bajo reglas claras y con la supervisión de terceros. Siempre se quejó del piso disparejo. Pero no, todo el juego lo llevó a cabo Morena, por esa razón al final del recuento de las boletas de las encuestas, no lo dejaron entrar a él ni a su representante al lugar en donde se concretó el fraude maquinado. Todo en lo oscurito. Insisto, el fraude maquinado continuaba su inquebrantable ruta.
Literalmente desapareció del juego Marcelo Ebrard. Exige, reclama la reposición del proceso dadas las porquerías que se dieron en el camino. Concluyeron con más del 14% de inconsistencias de un universo de 12 mil paquetes electorales. Exagerado, increíble margen de error de más menos 14%. Ninguna encuesta maneja esos márgenes de error. Cualquiera puede ganar o perder con ese altísimo porcentaje, por ello Marcelo exige la reposición del escatológico proceso.
Entretanto, mientras unos festejaron, otros se ocultaron de los micrófonos para rumiar el desastre. Trascendió que Marcelo Ebrard, se había reunido con el esquirol del emecista de Dante Delgado ¿Para qué? Bueno, Dante hará el sucio trabajo de dividir la votación de la oposición, por eso pretendería llevarse a Marcelo y ofrecerle la candidatura que le negó AMLO.
Ebrard no caerá en la sucia trampa de fortalecer la división del voto de la oposición. Si pudiera, el ex Secretario de Relaciones Exteriores destruiría a Morena y de paso a López Obrador; pero, no se suicidará políticamente, iría directo a la debacle de su futuro político ¿Segundo de Dante Delgado? ¡Jamás!
Literalmente el “deschongue” morenista ¡Vulgares y ambiciosos!
El resultado final de la farsa de la encuesta era y fue el más lógico.
No se requería ser adivino, mucho menos chamán para saber que la persona que puede garantizar a López Obrador, inmunidad y protección, en caso de ganar la carrera a la Presidencia, es precisamente su pupila, la señora “fifí” vestida de izquierdosa Claudia Sheinbaum. La ungida desde antes del inicio del engaño, puede asegurarle al hoy presidente que no pisará la cárcel, tampoco su familia, no saldrá huyendo a buscar refugio a Sudamérica; Claudia garantiza la continuidad de la debacle de la corriente transformadora traducida en mediocridad. Solo Claudia puede garantizar esa confianza a López Obrador. Éste jamás iba a dejar en manos de ningún otro la delicada responsabilidad de cuidarlo, como AMLO lo ha hecho con ella.
AMLO busca protección después de dejar el cargo de Presidente de la República. Sheinbaum le garantiza lealtad y subordinación.
AMLO ha sido y seguirá siendo el director y coordinador de la campaña de Claudia Sheinbaum. Hará lo imposible, todo lo imaginable e inimaginable para que gane su pupila la elección del junio de 2024.
Incrementa el terror a partir de ya.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas en Morena. El hijo desobediente anunció que el lunes próximo hará una declaración importante. Por lo pronto, tiene nerviosos a los morenistas, nadie sabe bien a bien qué pretende el ex Canciller de México.
Sheinbaum ha lanzado la invitación a Marcelo Ebrard y este no ha dado respuesta. El asunto se salió del control del manipulador del presidente López Obrador. Terminó el “cochinero”.
Lo que sí resulta cierto e incuestionable, México tendrá una Presidente de la República, por primera vez desde su independencia.
El ritmo de crecimiento popular que ha ganado simpatías en poco tiempo, hace suponer que la senadora Xóchitl Gálvez Ruíz, sería quien despache en palacio Nacional a partir de septiembre de 2024 y AMLO quien le entregue la Banda Presidencial. Uf y recontra uf.
Héctor Parra Rodríguez