Habiendo perdido de manera aplastante la “consulta popular”, propuesta por el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, ha empezado la otra campaña política para permanecer en el ánimo de su gente. Caprichosamente apura a los legisladores para que aprueben la ley reglamentaria de la revocación de mandato para volver a echar andar su maquinaria publicitaria con recursos públicos.
El periodo constitucional de la LXIV Legislatura Federal, concluye el día último de este mes. El 1º de septiembre serán otras las y los diputados federales (salvo los reeleccionistas) a quienes les corresponda legislar. Por esa razón, Dulce María Sauri Riancho, presidencia de la Cámara de Diputados y presidenta de la Comisión Permanente, adelantó: “pero qué necesidad”. No habrá periodo extraordinario para darle gusto al capricho presidencial.
La aplanadora de Morena y sus aliados no tienen mayoría calificada en la Comisión Permanente, así que, se quedarán con las ganas de cumplir el capricho de AMLO ¡No habrá periodo extraordinario para la revocación de mandato!
Lo de menos es cumplir con el requisito procedimental para crear la ley; en su momento Morena y sanguijuelas aprobarán su ley reglamentaria, una vez que de inicio el nuevo periodo constitucional de la siguiente Legislatura Federal, la LXV, que inicia en septiembre con el tercer informe (oficial) de gobierno del presidente de la República.
El verdadero problema es de fondo. López insiste en su consulta, lo que busca, lo que pretende, lo que quiere, es volver a participar en un proceso electoral. En este caso, él sería el único participante. AMLO está más preocupado por su popularidad que por hacer un buen gobierno. Ansía la ratificación del “populacho”.
Nunca ha dejado de pensar y actuar para el siguiente proceso electoral, lo demostró en las pasadas elecciones, grotesca su participación al meterse y participar en la contienda a pesar de la prohibición constitucional. Fue apercibido y sancionado en varias ocasiones por las autoridades electorales y nada le importó. AMLO no sirve para otra cosa, es un incendiario desestabilizador ¡Es un corrupto nato!
Al presidente le preocupa y le molesta no haber sometido vergonzosamente al Poder Judicial, no logró que su delfín se quedara al frente de la Corte; tampoco consiguió derrocar al TEPJF, como era su propósito. Razones por la cual el poder que pensaba fortalecer no le resultó.
Por eso se desdobla con mayor ahínco en el proceso de la revocación de mandato, queriendo salir fortalecido de ese amañado proceso electoral denominado: democracia participativa. Democracia directa. Su cuarta transformación se resquebraja. No en valde el mismo López trae a colación a sus posibles sucesores, todo por manipular a la opinión pública, seguir manejando la agenda mediática.
Lo mejor que se puede hacer en este momento, es ignorar las rabietas, las bravuconadas de López Obrador. Solo él promueve la revocación de mandato, cuando es facultad de la ciudadanía. Su propósito, supuestamente para que deje el poder, cuando en el 2018 fue electo por un periodo constitucional de 6 años, no menos ¿Por qué entonces dice que, si el pueblo lo pide él se va? Profesional del engaño. Avieso y mentiroso mandatario.
Cualquier pregunta que surja en razón a la revocación de mandato, tiene una respuesta lógica: no es necesario ni conveniente, mucho menos en estos momentos de crisis en la que ha metido a nuestro país. No más dinero tirado a la basura. Aunque muchos quisieran (quisiéramos) que se ya fuera, que renunciara. Eso no lo ha comprendido el presidente (o se hace tonto), aun piensa que las y los mexicanos son imbéciles.
Dante Delgado Ranauro, dirigente moral de Movimiento Ciudadano, senador de la República, quien da bandazos políticos, este jueves declaró y twiteó a López: “no al periodo extraordinario para la revocación de mandato; la facultad de la revocación de mandato es de la ciudadanía, no del presidente. No avalan el periodo extraordinario. Una sin razón la propuesta por AMLO. No hay ninguna urgencia, no aceptan la descalificación del presidente, tal como lo ha hecho con el poder judicial, no aceptan sus descalificaciones ni sus despropósitos”.
En conclusión. No a los caprichos del presidente López. Aunque la “mula” de Ricardo Monreal, senador de la República, asegure que ya tiene su iniciativa de ley en la mano para ser aprobada ¡Pobre Monreal! Por los ridículos que debe pasar. No a los caprichos del presidente.
Héctor Parra Rodríguez
@HectorParraRgz