Y UNA VEZ MÁS APARECE EL TEMA DE LEGALIZAR EL ABORTO. -Después del caso de la menor de edad de Humilpan, donde la Fiscalia, operó mal, el expediente que se volvió tema nacional, hasta parar al tristemente celebre Senado de la República, donde los antes representantes de la ciudadania, quienes desde el 2018, dejaron de serlos, para ser unos mediocres levantadedos que todo aprueban en cuestión de minutos, sin conocer el contenido de la inicativa.
Los senadores títeres, aprovechan la coyuntura del caso de la menor, para ordenar a la LXI legislatura del Estado de Querétaro, trabajar en la aprobación del aborto, tema peleado por un sector de las feministas quienes argumentan que pueden hacer de su cuerpo lo que quieran, en el caso de un embarazo.
El tema del aborto es muy complejo, no es tan simple, como que la mujer tenga la libertad de abortar un hijo no deseado y hasta ahí, aquí cabe preguntar qué sigue psicológicamente en el escenario de la mujer. Sentar a la mujer en el banquillo de los acusados a ella sola, cuando en el escenario hay casos de una carencia de una adecuada educación en el tema de la sexualidad, donde los padres tienen también una reponsabilidad, además, el embarazo no fue por obra del espíritu santo, ¿y el escurridizo galan?
Si vamos a una farmacia y preguntamos que tanta demanda hay de productos anticonceptivos, como la pastilla del un día después, nos respondera la empleda que esta pastilla es muy solicitada, para evitar un embarazo, sin medir consecuencias para la mujer que la utiliza constantemente.
El aborto no es un tema que se deba resolver con votaciones ideológicas de legisladores ignorantes y manipulados para un objetivo político. Manejar un tema tan delicado de salud con una perversa intensión política, nada bueno se vendrá.
Pero vayamos al escenario de la psicología, y veamos que nos dice Cristina Agud, Psicóloga Sanitaria y Psicoterapeuta. Especialista en Psicopatología Clínica, Terapia Cognitiva y terapia breve y PNL de MAPFRE. Web -SALUD, Blog MAPFRE
-El aborto es un tema incómodo, habitualmente silenciado. Hay muchos elementos a nivel social y/o personal que justifican esto: potentes emociones, ideologías, posturas dentro de la familia, ética médica, derechos fundamentales, etc. Sea como fuere, el embarazo no sólo se gesta en el cuerpo, sino también en la mente de la mujer, por lo que es importante tener en cuenta qué supone para ella tanto estar embarazada como dejar de estarlo. Hay tantas subjetividades como personas.
Efectos psicológicos y síntomas habituales
“Cada persona es un mundo”, y vive las cosas a su manera. La experiencia del aborto tendrá efectos muy diferentes según características de personalidad de la mujer, habilidades de afrontamiento, objetivos o deseos vitales, elementos situacionales, si es un aborto inducido o involuntario, si es un embarazo prematuro o está avanzado, etc.
La intensidad y la duración de los efectos también es muy variable en cada caso. Existen dos síntomas psicológicos que suelen darse en la mayoría de los abortos (voluntarios o involuntarios). Por un lado, la ansiedad en diferentes grados (desde leve hasta ataques de pánico). Y, por otro lado, sentimiento de culpabilidad y creencia (más o menos irracional) de que podrían haber hecho las cosas de forma diferente.
Otros síntomas que pueden aparecer son:
Negación o incredulidad.
Confusión.
Oscilaciones en el estado de ánimo.
Tristeza y sensación de vacío.
Enfado o rabia.
Falta de energía.
Irritabilidad.
Miedos (a no recuperarse nunca de la pérdida, a no poder reproducirse, a problemas familiares…).
Sentimientos de incapacidad y afectación de la autoestima.
Desconexión de los propios sentimientos.
Aislamiento social.
Falta de lívido o disfunciones sexuales.
Miedo a la muerte (tanofobia).
Insomnio o pesadillas recurrentes.
Evitación de todo lo relacionado con bebés o, todo lo contrario, obsesión.
Problemas de pareja (modelos de afrontamiento diferentes a la pérdida, falta de intimidad, problemas de comunicación…)
El aborto ahora esta en la mesa de la XLI, donde la ideología será el principal protagonista, donde cabe preguntar, ¿se darán inteligentes debates para darle claridad al tema, o veremos una irracional aprobación idelógica?